martes, 19 de octubre de 2010

Recovecos del mismo callejón

Fuente (Badajoz)



Las noches más extrañas

son las empapadas

con alcohol, cuando

al día siguiente

despierto

con un fuerte ardor.


Recorre todo el cuerpo

estremeciendo mi interior.


Se lleva el gran peso

el subconsciente

cuando redacto

estas notas

del horror.


Cuando anoche todo

era perfecto; o así

por lo menos

lo veía entonces.


Ahora me concentro

por extraer los detalles

objetivos

trastornados por lo borroso

de los recuerdos.


Me torturo condenado a pasear

por una fila de momentos

pasados

que ahora añoro como

añoré

en aquellos mismos años.


Los caminos del laberinto

y las causalidades

hacen que casi me crea

el absurdo juego, otras tantas veces

ya me ha funcionado.


Cuando de la nada

siempre se puede

sacar algo

yo sonrío conforme

contemplando como la locura

se disuelve.




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