Una cruz señala
el centro
de un papel
arrugado, traído
por el viento; escrita
con tinta
azul acompaña
una nota:
“la multitud
está muerta por dentro”.
Yo sonrío observando
desde mi posición
como la vida
gira.
Mientras en las entrañas
se cocinan los
secretos capitales.
La memoria me
permite ahora
recordar por un instante
el tacto aterciopelado
de su piel.
Viviendo con un continuo
caos a mi alrededor
donde cambio
es lo que lo define
mejor.
Cansa reorganizar
la vida piedra a
piedra y en situaciones
comunes albergamos
esas mismas ganas.
De vomitar, quizás
a la nada, lo que
nos hace callar
la boca; cuando
somos lo interior
ante un impulso, cuando
el vaso se
llena.
tal vez sí.
ResponderEliminar¿y si lo vivo fuera la multitud?