viernes, 30 de septiembre de 2011

Enésimo intento de recordar mis sueños

En la cima





Humano errante, homo sapiens
a veces
[cuando mi corazón deja hablar
a mi cerebro]
navego sin rumbo persiguiendo
eso que llaman
sueño.

Cuando te despiertes con resaca
intenta descifrar
mis palabras congeladas por el frío
de este invierno permanente.

¿Cómo estás tan segura de conocerme
si nunca somos los mismos?

Aunque nunca me creas más de las horas
que debiera pasé
aprehendiendo tus maneras
[no soy el primero que cae en esa
sutil trampa].

Recuerdo que querer olvidar
es añorar
lo que estuvo bien una vez
para intentar superarlo y para ello
me guío por lo que vivo
en mis sueños
[pero rara vez me acuerdo].

Y a pesar de que todo está dicho
no todo el mundo lo ha
escuchado
[o no le han hecho
ni puto caso].


domingo, 25 de septiembre de 2011

Si las palabras volaran

Speed




Si las palabras volaran
en todo momento
llegarían hasta tu oído
y pronto te cansarías.

Mas deberían fugarse
pues el alcaide de la prisión
de mi cuerpo está al corriente
de que mis sentimientos
suspiran por cantarte a medianoche.

Nunca sabrás lo hermoso
que sería que nuestros cerebros
hiciesen el amor
porque nuestros cuerpos
ya están cansados.

Mientras tanto los perros
y los gatos
persiguen su instinto
yo siempre te escribo
porque olvido
no significa desaparecer.

Soy parte de lo ocurrido
un testimonio todavía
por componer
y escribo poemas
porque hay cosas
que no se reconocer.

Si las palabras volaran
a ellas me hubiese agarrado
para surcar el cielo.

Si las palabras volaran...
y tu
simplemente
las escucharas.


jueves, 22 de septiembre de 2011

1. Obligaciones


Sombra axonométrica





Las horas se vuelven ásperas
la mente esta en modo espera
mientras imagino sus caderas
caminando por la cera.

Es tan certera esa bala que disparas
ahora veamos que es lo que el futuro depara
siempre el tiempo hace ver las cosas claras.

He vuelto a abrir mi boca justamente ahora
porque no hay posible demora
cuando se tiene algo en la cabeza tantas horas.

Puedo ver goteando sangre cuando estrujo mi cerebro
que como una esponja absorbe lo que enebro.

La vida es divertida cuando olvidas
la carga que suponen las idas y venidas
las cartas siempre están ya repartidas.




jueves, 1 de septiembre de 2011

Capítulo 6 (Coda)

High



#1
Hoy he vuelto a soñar. No importa mucho, porque no recuerdo casi nada del sueño. Pero creo que lo peor de todo esto es que me he despertado como si hubiese recordado todo lo que ha pasado. No se si todas las mañanas son así y lo en el momento en que salgo de la cama, subo la persiana y me enfrento a la luz del día. He aprendido a vivir sin ellos. ¿Cómo lo hago? Me los invento, o logro reconstruirlos según más me convenga, total, ¿quién va a poner alguna pega?

También he aprendido a estrellar contra el vacío botellas de cristal inexistentes y a gritarle mis sentimientos a una especie de agujero negro que todo lo absorbe, pero que nada sale de allí. Pero de vez en cuando hay retazos de poesías que se escapan con tu nombre, formando poemas ininteligibles que alguna vez en un espacio-tiempo lejano tuvieron sentido. Serán testigos el ciego azar que inexistente intenta proclamarse ganador de esta batalla contra uno mismo, y la dirección en que sopla el viento deseoso de llevarse las cosas a su terreno.

Hasta altas horas de la madrugada estuve anoche intentando describir el torrente de sentimientos que desbordan la presa del pantano de mi paciencia. Hay secretos que deberían volar y situarse lo más alto posible, para no poder verlos, ni olerlos, ni saber de su existencia; quizás así mi mente basada en causa-consecuencia deja de buscar posibles enlaces entre lo que nunca se podrá enlazar.

Esta mañana estoy dando vueltas como un buitre alrededor de la carroña, sobre la idea de explicarte las cosas para que nunca jamás las malinterpretes; pero reconozco que no sería capaz de eliminarle la magia de esa manera a los versos.

He jurado tantas veces frente al espejo guardar silencio, como tantas veces he vuelto a romper la promesa y expulsar una vez más mis vomitivos versos. En la poesía busco tus restos porque solo se yo como masticarlos para depurarme con ellos. Tu eres la idea a la que ando dándole vueltas pero que nunca sale.


#2
Mientras el aire sopla en la calle, yo sentado bajo al flexo intento cerrar la parte que me toca de nuestra lúgubre e inexistente historia de amor; que trato de inventármela cada noche al son de una balada imaginaria. Hoy las coincidencias han hecho que mi cerebro hilvane sus propias casualidades y mi mente ha inundado todos los detalles.

A veces no recuerdo el por qué de los ríos de palabras que inundan mi inconsciente. Entonces juego a que son jeroglíficos aun por interpretar deambulando entre las filas de letras dispuestas al azar. Porque quizás la madrugada les de significado alguna vez. En la esquina olvidada entre cajas de mudanza se encuentra una historia fragmentada en objetos de otros lugares. Simboliza el paso del tiempo este correr de páginas hacia ninguna parte; como mucho serán testigos de esta huida hacia otro mundo paralelo, oculto entre las cosas cotidianas. Porque una vez más he intentado dar con la conjunción de palabras perfectas, sabiendo de mas que no existen. Ya no miro el reloj esperando la hora para reencontrarme con las musas esperándome, estoy harto de lo que tienen que contarme.


#3
He vuelto a buscarme en la música que estuvimos tocando hasta altas horas de la madrugada, donde es imposible encontrar nada. La lluvia cae hoy inundando los patios y mis ventanas hacen un juego de luces con las gotas formando un perfecto mandala. Medito mientras fumo y cae el agua escuchando la percusión en hojas, piedras y vallas. Hojas, piedras, vallas. Es un día perfecto para añorar la nada. El cajón de los recuerdos está totalmente abierto y se ven los objetos que hay en el.

He intentado mantenerme despierto en este consciente sueño, pero he dormido más de la cuenta y me faltan partes que no recuerdo. Además, el sonido de una guitarra hizo que sintiese algo parecido a un colocón de heroína. Improvisar me llama demasiado la atención, por eso de que siempre es algo nuevo cada vez. Nunca te cansa. Improviso ahora la salida de este laberinto de palabras que me hacen recorrerte sin quererlo, pues tú eres el laberinto y yo he puesto las paredes.