miércoles, 30 de octubre de 2013

52. Las musas no quieren quedarse nunca hasta por la mañana

Electronic candles



No era viernes.

Ni sábado.

Simplemente era
un día cualquiera.

No puede esperarse
demasiado a veces
de los domingos
pero ese día
los astros
decidieron alinearse.

¿Qué le dices al amor de tu vida
cuando pasa por delante tuya
una segunda vez?

Balbuceo.

Se me acumulan las palabras.

Patina el pensamiento.

Todavía tiemblo de los nervios.

Un domingo no está hecho para
que te lo pongan patas arriba,
a menos que
la recompensa por ser buen jugador
tenga algo que ver contigo en la cama.

Las musas no quieren quedase nunca
hasta por la mañana.