martes, 1 de julio de 2014

62.





Cae la noche levemente
el humo es el anfitrión en este cuarto.

Ojos rojos, párpados pesados
no había necesidad de fumarse otro.

Pero con tal de que pase el rato
que más da…

Sólo quiero
tocar esa neurona que nunca deja de funcionar.

Pero sólo tengo buena puntería
con las escopetas de feria trucadas, así que tú verás.

Ya no te escribo pero sigo
acumulando los versos por si algún día vienes.

Tiene cojones que seas tú
mi única asignatura pendiente.