lunes, 28 de junio de 2010

Anti-Soneto






Ante una fachada solidaria
de papel vacio me enfrento
cada noche que no entiendo
esta distante vida estrafalaria.

Enciendo la hoguera y recuerdo
aquellos ojos de recién despierta
asemejados a ventanas abiertas
y yo siempre mirando dentro.

De aquellos conjuros que no pronunciamos
por no matarnos con la daga del amor maldito
escribí testimonios volátiles de lo que pasa.

Pasando las paginas descubro aquello que ansiamos
devorarnos paso a paso, encerrados en un espacio infinito
para aislar el tiempo y detenerlo justo cuando empezaba.


PD:

Suenas
como los pasos en un largo pasillo
vacío.

Me frena
el sentido de lo perdido y sólo queda
el hastío.

miércoles, 23 de junio de 2010

Cualquier noche puede salir el sol

Cualquier noche puede salir el sol


No se si notabas
como
la mirada clavaba
en tu espalda inmaculada
y en la silueta que tu contorno
formaba
preparando la ladera de la montaña
donde se extiende el dorado
de tu cabellera.

No recuerdo que más pensé
anoche sobre tí
pero se
que no fuiste tú:
sino cómo mueves
las aletas de tu nariz;
las pausas en el tiempo mirando
infinitamente hacia la nada, sondeando
el oscuro gris con tu clara
mirada.

Marcho temiendo que se lo
que se siente al saber que no vas
a volver a ver una
persona, pensando ilusamente
que la vida volverá
a cruzar nuestros
senderos.

Recordaré cómo pensaba en
aquellos versos mientras ebria
hablabas, esgrimiendo esa
sonrisa que me hizo
escribir
tantas poesías enchochadas.

Fue bonito poder
quedarme en la mente
con el olor que dejaste
y que dejas a tu paso
con un rastro de frescor.


Jack Red.

jueves, 17 de junio de 2010

Conversación de bar antes del cierre

En el ambiente reinaba el absoluto caos: el hilo musical apestaba y la bebida –un garrafón de mierda-, empezaba a hacer su correspondiente trabajo en todos los asistentes. En cualquier noche se inician y se acaban conversaciones de la misma manera que se enciende un cigarrillo y como la última calada: te deja con ganas de más. Al fin y al cabo es lo que tienen los vicios: nunca es suficiente. Llevamos eso dentro de nosotros: eternizar un instante, elevarlo al máximo, durante unos delicados e insípidos segundos. Pero dentro de esa posibilidad infinita de contactos, siempre hay algún acierto. Un leve contacto, más o menos duradero, entre dos nuevos mundos. Distantes el uno del otro, desconocidos tanto para uno como para otro. Infinitos, al principio. Pero este infinito puede no ser tan eterno y estancarse en el absurdo círculo de la contradicción. Surge el caos, del que antes hablábamos. Y en el medio de la nada, se inicia una conversación. Un chico joven lleva toda la noche estancado en una esquina rodeado de su grupo de amigos, pero en una esfera distinta. No bebe, pero un aura de humo delata este extraño comportamiento abstemio –en una sociedad obligada a consumir alcohol cualquier jueves, viernes, sábado. Hay otra chica, al fondo de la barra, muy cerca de un foco de luz que tiene atrapado al joven. En un momento, sus ojos se topan con los de ella. De la nada surge una especie de conexión. Las drogas hacen su correspondiente efecto también, el tiempo parece detenerse; aminorado por el ritmo de la nueva canción – un éxito musical entre tanta basura. Ella es la que se acerca.

- Hola. Llevas un rato mirando hacia mi dirección y no dejo de preguntarme si nos conocemos de algo. Me resultaba curioso que mirases tanto. Soy Y, y tú ¿cómo te llamas?.- La chica rompió el hielo dejando estupefacto al chico. Pero la paciencia hace grandes construcciones.

- Podría decirte mi nombre, seguir con mis estudios y mi edad y comentarte mi procedencia. Si podría ser una conversación interesante. Pasaríamos a que se te ve muy sola y por la pinta de tus amigas y del plan que lleváis buscáis chicos. Seguiríamos hablando sobre si algo en concreto no sé, por ejemplo: no te miraba a ti, sino que la luz que hay justo encima tuya era la que me llamaba la atención. Pero no es eso lo que importa ahora. Al fin y al cabo, posiblemente descubras que no tengo novia e igualmente tu no podrías tener novio y llegarías hasta a besarme. Quizás acabásemos esta noche en tu casa, o en la mía y follaríamos. Al día siguiente nos miraremos como extraños y nos empezaremos a contar nuestra vida, o incluso antes, en los minutos que quedan sueltos después. Quizás seamos personas parecidas, o distintas. Quizás nos gustemos el uno al otro e incluso quedemos otra vez para repetir. Y bueno, quién sabe... igual hasta nunca nos cansamos el uno del otro y resulta que estamos hechos el uno para el otro. Y pasa el tiempo, al final descubrimos que no, que no todo es para siempre. Duraría X tiempo, ni más ni menos.- La chica, que escuchaba muy atentamente al chico, se inclinó hacia delante para besar al chico. Pero este la detuvo poniéndole su dedo índice en los labios.

- Besándome estarías haciendo algo que no quieres hacer.

- ¿Qué dices tú que estoy haciendo que no quiera hacer?

- Entregarme tu amor y dudo que lo sientas.

- Por besarte no te estoy entregando mi amor.

- Eso es lo que tu crees, pero lo estás haciendo.

domingo, 13 de junio de 2010

Reflexión nº1: ¿Qué es un escritor?

El pasado es como un delicado horizonte marchito; puedes mirar hacia atrás, pero las imágenes simepre serán borrosas y lejanas. Las historias que un dia contaste, escribiste o imaginaste, son lo único que queda de lo vivido. Y... ¿lo vivido es lo que vale, no?

Hace un día realmente asqueroso. En pleno junio y con un tiempo malísimo, lluvias y frío. Me gusta la lluvia y me gusta el frío. Pero llevo un año escondiéndome de ellas, por pesadas. Ya es hora, necesito sol. He tardado poco en ser consciente de que es domingo –raro porque cuando no hay un horario definido que seguir nos perdemos, es que así somos: no estamos hechos para el tiempo– y no se si lo había dicho antes, pero odio los domingos. Como buen amante de la escritura y sus oficios, me he sentado delante de mi ordenador para simplemente rendirle un poco de tributo (atinando lo máximo posible). Me he encendido un cigarrillo y me he puesto a pensar.

Realmente mi primer pensamiento de la mañana era sobre mi incierto futuro. He abierto uno de mis cuadernos de poesía (como acertadamente los llamó el empleado de la tienda de fotocopias, donde edito personalmente mis cuadernos) y lo abro por cualquier página. Ahí es donde entra la parte del recuerdo. ¿Qué es un escritor entonces? Esto es lo que me devana el seso ahora mismo, porque me gustaría llegar a poder llamarme a mí mismo así algún día. Así que para no tener ningún error procedo a mirar en el diccionario qué significa exactamente escritor...

Esto es lo que dice la Wikipedia al respecto:

“Se denomina escritor, en sentido amplio, a quien escribe o es autor de cualquier obra escrita o impresa; en sentido estricto, el término designa a los profesionales del arte literario.
Si se considera al vocablo en sentido estricto, no todo el que utiliza la palabra escrita es un escritor; dado que esa acepción del término no designa a quien realiza la actividad, sino que la desarrolla como profesión. La literatura es el arte que utiliza como instrumento la palabra, y el escritor quien trabaja con ese instrumento hasta llevarlo a un nivel profesional y artístico. Según el género y tipo de composiciones literarias al que se dedica un escritor en sentido estricto, recibirá otras denominaciones más específicas: poeta (quien escribe poesía),novelista (autor de novelas), ensayista (autor de ensayos), cuentista (escritor de cuentos), dramaturgo (autor de obras de teatro), etcétera.”

Veamos: según esto, cualquier persona puede ser escritor en un primer punto, sin entrar en muchos detalles. Pero es difícil, como buen arte que es la literatura. Ahí es donde está la diferencia. ¿De dónde proviene el arte? ¿Quién puede hacerlo? Aparentemente cualquier persona puede ser un escritor. Yo quiero ser un escritor, pero no llamo a cualquiera escritor.

Casi todo el mundo, puede juntar varias palabras y completar un texto coherente, expresando una idea o transmitiendo un sentimiento.

Quizás todo esto sea absurdo. Porque realmente lo que importa, desde mi punto de vista, es cómo una persona pueda expresar una situación utilizando las palabras que se adecuen a ella. Siendo sincero, nunca habrá una expresión universal, cada uno siempre entenderá lo que quiera. A pesar de las interpretaciones, siempre hay una imagen original, que no está deformada por ninguna interpretación. Supongo que esa imagen solo la podrá tener realmente el que lo haya escrito.

He leído bastante y admiro a muchos hombres y mujeres que saben hacer esto. Porque me gusta sentirme un Machado cuando miro a una fuente y pienso en la belleza del momento: en como el agua cae en la superficie horizontal formando ondas. Cada uno a su manera, las cosas aclaradas. Cuando en cualquier madrugada, vomito mis sentimientos ante un papel cansado de lo mismo de siempre, viendo la misma caligrafía escrita aprisa. Traduciendo miradas o historias imaginadas. Traídas de manos de cualquiera de mis musas. Las musas, aquellas mujeres que nos atan a la vida, por las que algunos hasta piensan en desatarse de ella.

Me gusta sentir que a mi manera puedo sentirme como se sintieron estos personajes en sus respectivas vidas. Y quien sabe, quizás algún día las modas me hagan vender algo. Yo no estoy de acuerdo con las modas, pero no me importaría recibir una comisión, ya que para escribir hay que leer, hay que vivir, hay que soñar, hay que conocer, hay que imaginar. Pero para hacer todo esto en este mundo se necesita dinero.

Así que eso, supongo que un escritor es el que consigue ganarse de algún modo su vida –o después de muerto, su familia, o nadie en los peores casos– a través de lo que ha escrito. Del que se recuerda porque se pagó por el. En este mundo, como siempre, lo que acaba importando es eso. Por quién se pague.

Saludos desde el más alla.

Un poco de poesía
siempre serena
el alma.

Jack Red. (13-6-2010)

martes, 8 de junio de 2010

Trilogía Poética

Pues está el resultado de más de dos años escribiendo poesía. He compilado todo lo que he escrito y el resultado han sido tres volúmenes:

1. Noticiario en líneas cortas (39 poemas)
2. Hank, ya no me escribes poemas de amor (89 poemas)
3. Radiografías de líneas de humo desdibujadas por el tiempo (101 poemas)

Acabo de encargar una primera edición de 1 ejemplar de cada uno. Si alguien quiere (cosa que dudo de forma notable XD) no tengo ningún problema en que se haga una copia: aquí dejo el enlace en el que están los tres libros en pdf (algunos sin portada).

-DESCARGAR-

Saludos, Jack Red.