Ahora es mañana cuando
a través de la persiana
se ve entrar
al sol impaciente por salir.
Es como mi perro a su hora
de comer.
Han pasado dos horas según
mi reloj
desde que el dichoso Lorenzo
me despertó.
Los domingos matan
a uno por dentro
y para evitarlo
hoy fuerte
he desayunado.
La música me devuelve
parte de lo que era;
lo que ya no soy
se lo lleva el viento.
Paro un rato a reflexionar
sobre que
estoy escribiendo.
Antropológicamente
somos
el resultado de un
azar extraño y por consecuencia
nuestros destinos también
son inesperados.
Mientras miro
viejas fotos que me cuentan
cada una su historia
particular; el jazz
suena
y la línea melódica me hace olvidar
que todo lo bueno
se lo llevó
la primavera.
despertar un domingo, ya es ser antropológicamente,resultado de ese azar, lo inesperado es encontrar filosofía en estos versos que me acompañan hace un rato. Hacés que se haga simple lo complejo. Saludos
ResponderEliminarque cosa preciosa, que te despierten un domingo...me encantó este poema,me gusta como escribis...poeta!
ResponderEliminargracias por compartir!
lidia-la escriba
Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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