domingo, 24 de octubre de 2010

Mañana somnolienta

Intersecciones Vol.1


Ahora es mañana cuando

a través de la persiana

se ve entrar

al sol impaciente por salir.


Es como mi perro a su hora

de comer.


Han pasado dos horas según

mi reloj

desde que el dichoso Lorenzo

me despertó.


Los domingos matan

a uno por dentro

y para evitarlo

hoy fuerte

he desayunado.


La música me devuelve

parte de lo que era;

lo que ya no soy

se lo lleva el viento.


Paro un rato a reflexionar

sobre que

estoy escribiendo.


Antropológicamente

somos

el resultado de un

azar extraño y por consecuencia

nuestros destinos también

son inesperados.


Mientras miro

viejas fotos que me cuentan

cada una su historia

particular; el jazz

suena

y la línea melódica me hace olvidar

que todo lo bueno

se lo llevó

la primavera.

3 comentarios:

  1. despertar un domingo, ya es ser antropológicamente,resultado de ese azar, lo inesperado es encontrar filosofía en estos versos que me acompañan hace un rato. Hacés que se haga simple lo complejo. Saludos

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  2. que cosa preciosa, que te despierten un domingo...me encantó este poema,me gusta como escribis...poeta!
    gracias por compartir!
    lidia-la escriba

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