domingo, 17 de octubre de 2010

Horas muertas con resaca

El sol

entra por la ventana, me

levanto

sin ganas

cuando mi estómago me reclama

que hay que darle

la vuelta a sus paredes

y la conclusión

es vomitar.


He perdido cientos

de papeles

con las cartas de amor

que te escribí y creo

que se fueron

junto con mis vísceras

por el retrete.


Bebo poco a poco

de ese jugo que me perjudica

mientras siento:

la vida puede ser

que amanezca

todavía.


Pasando horas muertas

en la puerta de cualquier

bar, fumando

como un loco

y sin parar de

pensar.


La resaca

avisa:

mañana no perdonará

y la noche concluida

no me dejará

dormir a gusto.


Entre temblores recuerdo

que anoche te vi

mirando con tu particular gesto

hacia todo y nada

a la vez.


Mi alma poeta

rehúsa

de pasar página

de una vez.


Por eso es que me encuentro

a solas todas las noches

ante cualquier papel.



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