jueves, 15 de abril de 2010

Sabor a bilis

La vi marchar
con su paso
decidido, avanzando entre
la multitud, alejándose
a cada paso una
eternidad.

Yo allí
en medio de la
nada: palpitando un
último instante antes de
que en vano desaparezca su
inconfundible imagen.

Volveremos a encontrarnos
en sueños profundos
que nunca imaginará, compartiendo
un instante jamás imaginado
que nunca existirá.

No pasan nunca del todo
algunas nubes negras, se
quedan estancadas en mi
triste y absurda miseria.

Mas si bien mañana, volverá
a ser la que siempre era.


Jack Red. Salamanca, 14-4-2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario