jueves, 15 de abril de 2010

Horror Vacui



HORROR VACUI

Horror Vacui.

Miedo al infinito
vacío que se extiende.

Mi cuerpo gime
cansado
ante esta pantalla en blanco.

Esnifo cada cruel
momento
reflejándolo
en crudos y amargos versos.

La llama vuelve a fulgir
desatada, transformando
recuerdos en
imágenes demasiado
grabadas en la memoria.

Tantas noches susurrando
al viento poesías inmundas
que acaban con la desesperación
y la cruel asfixia a la almohada
cuando el corazón late a mil
y en el tarro de miel ya no queda nada.

La noche avanza,
se consume, tras
esta última calada
que dejaron desatadas
tantas pasiones en gestos
reveladas; forjando un
destino no existente
entre líneas turbadas.

Se apagan las luces de aquella
vieja fachada que antes
brillaba con el sol
en cada mañana
donde el invisible astro
casi ni siquiera reflejaba
al completo su
total esplendor,
quemando mis retinas.

Quedan.
Velas apagadas.
Cigarrillos consumidos por el tiempo.
El ruido del cristal roto de una botella que fue compartida.
El amargo sabor del speed en la garganta.
La sensación de no saber en qué cuerpo habitabas.
La flecha de una brújula que confunde el norte con un imán.
El sabor del adiós cuando es hasta nunca.
La frase difunta.
Las palabras fuera de contexto.
Un papel tachado, inacabado.
Lo que quise decir y nunca supe explicar.
Las decenas de velas que he encendido ya sin conseguir alumbrar.
El paraíso perdido en el fondo de una lata de cerveza.
El estómago vuelto de resaca.
El final de un peta de marihuana.
La espera a nada.
Las horas muertas que pasé explicando una mirada.
Todas.
Las excusas.
Viven por querer ser.


Alex Solla, Salamanca 13-4-1969

No hay comentarios:

Publicar un comentario