martes, 16 de noviembre de 2010

Trazos casi olvidados

Ramas



Con los sentidos cansados

cada noche arrastro

la coraza que hace

a mi mente débil, el ente

físico que me

identifica.


Instantes en los que parece

la vida una película, con detalles

surrealistas indicando un destino

al que a veces veo

bastante sentido.


Escribiendo siento

a la poesía salir sola

de mis adentros; observando

como caen

las hojas en otoño, padeciendo

el frío del mas cruel

invierno.


A pesar de haber aprendido

no puedo decir que sepa, mi

pregunta y la de otros:

¿quién sabe?


Yo me entreno

analizando constantemente

el posible por qué

pero

mi cerebro

empieza a estar cansado.


A veces me pregunto

si será

a la larga algo rentable

creer

que la multitud se detendrá

y pensará, durante

un instante, el destino

de los sueños

frustrados.



1 comentario:

  1. todos con nuestra estupida coraza...yo sin ella soy moñas, soñadora y adoraemon (que pessste...) por eso no me la quito nunca...eso si, me encantaria ver como es la humanidad sin coraza, seguramente seamos mejores personas...

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