Entró noviembre
con sol y azules en los cielos
con días calurosos
cayendo hojas
por doquier.
No se si llaman
a mi puerta o se ha vuelto
a levantar viento
otra vez.
Ha caído la noche
y el fío arrasa con la calle.
La gente se dispersa
rumbo a los bares a emborracharse
para hacer
de una vez por todas
las cosas que sobrios no conseguimos
terminar.
La sociedad frena
a las libres conciencias
y nos dejan envenenarnos
con su jugo
para hacer lo que quieran
con nuestros cerebros.
El frío consigue
que nuestro pequeño círculo
también se disperse
a refugiarse.
cuando cae la noche y el fío arrecia, habrá refugio para el poeta? Tus versos recogen todo lo que queda inconcluso en el día. Saludos
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