domingo, 14 de agosto de 2011

La armonía unísona revuelve ávidamente mi cajón de los recuerdos

Zarautz




Vivo en una regresión infinita
a veces da resultado
para pasar un poco el rato.

Esta noche aparecerás en mis sueños
pero no lo recordaré.

Voy descendiendo
con cada verso
un peldaño de la escalera
que lleva
al subconsciente; entro
en una habitación
y sólo veo fotos de hace unos años
por todas partes, malditos
recuerdos impregnados
del dulce sabor de tus labios.

Buenas noches luna de nuevo
eres bien recibida en noches
cálidas de un verano solitario
proclive a generar
inolvidables reminiscencias.

Lo reconozco
alguna vez
usé tu nombre en alguno
de mis poemas.

Aquí espero sentado
en una silla que chirría a cada movimiento
a cada impulso describiendo
la colisión múltiple de colillas
mientras el aire sopla por tu ventana
y tu duermes al fresco; mientras
ignoras ser la dueña de tantos
fracasos en forma de versos
para intentar describir la sensación
que me produce recordarte
al fondo del pecho.

Dejemos
-sobre todo he de hacerlo yo-
que pase el tiempo
y sea el viento
el que decida el rumbo
de los sentimientos.



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