domingo, 21 de agosto de 2011

Caleidoscópica visión de la realidad

Huerto de Calixto y Melibea, vista catedral





Viaje astral, consecuencia fugaz
al cerrar los ojos y no pensar
en nada -esa amarga
contradicción-
dejándose llevar por la secuencia
programada de un viejo
sintetizador.

Miles de frecuencias me golpean
soy barrido por el sonido
mientras mi mente simplemente deambula
por electrónicos paraísos virtuales.

En ocasiones veo la vida
como si fuese una vieja película
surrealista.

Hipnotizado
con un reflejo derritiendo la retina
sin darse cuenta, hasta que una vieja canción vuelve
a llevarte corriendo por la autopista
con el viento dándote
en la cara.

Mientras existan las palabras
yo seguiré convirtiendo mis momentos con ellas
en caníbales escenas donde devoro las letras
porque digeridas sientan
mucho mejor, banquetes
donde me quedan las cosas todavía
menos claras
-ahí está
lo divertido, pienso yo.




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