Somos viaje astral
partícula que vuela contra el viento
en un finito pero ilimitado universo, pero
a pesar de eso
siempre suena lo mismo en todas
las bocas que hay en la calle.
Hay por todas partes densas cortinas de humo
el calor aquí es insoportable.
“A veces pareces de otro planeta” dicen
cuando intento explicar
el paradigma que hay escondido
tras mi aparente sociopatía.
Mas guardo más esperanza que muchos
en lo que llaman ser
humano y cada vez
va mermando.
Ahora medito sentado en mi silla
de fondo un descompasado ventilador
marca el transcurso de las horas
porque el sentido lo he perdido.
¿Cuántos han olvidado el valor
de la comodidad que les ha hecho
no recordar lo desgraciados que podemos
llegar a ser
en un breve instante?
La suerte nos trata a todos por iguales
pero la conciencia
en ocasiones no deja dormir
porque siempre hay que rendir cuentas
con uno mismo.
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