domingo, 3 de abril de 2011

Efímera constatación de un sentimiento inservible

Perdido entre los reflejos





Absurdo

como hacerse la víctima para dar pena

mejor mantenerse frío y aprender

de los problemas de la vida

que son la solución de otros.


La sinceridad se agota

se derrochó en los botellones

el sentimiento interior ebriamente aflora

recordándose como

motivo de risa y locura pasajera.


Pocos saben (o quieren)

aprovechar los efluvios

que los confirman como humanos,

cayendo en una perpetua dicotomía

entre ignorancia y felicidad.


Lucho por vivir

cambiando continuamente

el modelo de paradigma culpable

de ser quien soy

aunque no lo consiga nunca.


Porque somos

el fruto de miles de intersecciones

en nuestra mente, y la mía, redunda

en un trastorno bipolar

del cual no me consigo olvidar.


Cuando eres motivo

de que mi inconsciente haga

cosas absurdas, eso que llaman amor,

se vuelve contra mí y delega a mi cuerpo

a la función de triste espectador.




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