martes, 21 de septiembre de 2010

Anónimo


Soy cruel

suicida

que busca revolcarse

en la tristeza de añorar

lo que los vientos dijeron;

cuando eras tu la que hacía

que el mismo sol saliese a verte.


Amortizo los momentos

en los que desde lejos

observo y pienso

en lo que debí decir de

aquellos perfectos besos, porque

ahora los huelo

pero seguro contemplo

como se los das al aire.


Al fin y al cabo

la dura tarea de hacer

de poeta

cansa tanto al alma

que en tristes sueños

grandes proyectos se quedan.


Dime tú

si eres aquella

de la que yo un día

me enamoré velozmente;

dime tú

si todavía existe

aquel momento que

congela los segundos a tu espera.


Si esa negra

mirada es peor laberinto

que el de Creta, a pesar de que

no encierras

a ningún minotauro ni hay

altos setos o muros de piedra; yo

me pierdo en ellos

como en la primera visita

a una vieja ciudad de callejas.



3 comentarios:

  1. Yo,
    hace mucho tiempo de eso,
    encontré la salida del Laberinto de Creta...
    alguien tomó mi mano y me ayudo a escapar de el...
    No recuerdo su cara.
    aun en estos tiempos lo busco.

    Ahora ando en otro laberinto y anhelo la tibieza de su tacto...

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  2. Como suelen decir, con el tiempo se arregla todo, se sale del laberinto. Se encuentra otro nuevo...

    Pero hay recovecos y esquinas que son particulares del espacio-tiempo...

    Gracias por comentar y pasar ;)

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  3. entre laberintos de miradas a veces se pierde el camino, pero sigue caminando que habrá alguna puerta por la que salgas tan velozmente como entraste a ese amor. Saludos

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