Puedes entrar en mi casa y quitarme
todo lo que quieras
pues ya te has llevado lo más importante
[lo llamo razón]
siéntete orgullosa durante un instante.
En otros tiempos estos poemas serían
como un tícket
para recuperar mis impulsos algún día
[o perderlos aún más]
de la infinitud de tu etérea sonrisa.
Buscando razones y motivos
añado
al subconsciente colectivo
[mas bien repito]
seguimos siendo seres ínfimos.
Navegando en las aguas del conocimiento
dicen se encuentra
auténtica paz interior y los cimientos
[dicen, no aseguran]
son cultos sagrados al eterno misterio.
¿Es esto real o Dios ha dejado
de enviar señales?
Porque mi inconsciente obsesionado
no deja
de buscar sentirse totalmente realizado.
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