lunes, 4 de julio de 2011

Domingo veraniego

El tiempo corrio por sus venas




Delicada sutileza arranca a la mente
describir de forma inconsciente
un instante recogido por la retina.

El párpado se abre por la mañana
esbozando lo que es la vida rutinaria
o por lo menos algo parecido.

En sueños se que apareces
pero no me acuerdo nunca
de ellos.

Se que seguiré caminando
simbólicamente hacia
el Himalaya.

Esperando que se alineen
los planetas para que el tiempo
nos conceda un instante.

La noche cae; la luna esta harta
de tantas putas palabras, las estrellas
vomitan basura espacial.

Soy consciente de que las cosas
con el tiempo se pueden contar
muchísimo mejor.

Recuerdo tu pelo formando
una cascada en tu cuello cuando mirabas
totalmente abstraída hacia arriba.

Tengo mil versos guardados
en una caja de latón oxidada
pero esta noche prefiero dormir.



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