Me mantengo en silencio
reflexionando las ideas
para que maduren
lo justo para no pudrirse.
Lo reconozco:
hay veces en que se me va
de las manos
eso de soñarte sin tú saberlo.
Se han juntado
el vacío de la nevera
con el de mi corazón
justo a final de mes.
La cartera vacía
soy un hombre sencillo
y todavía conservo
el sobre de azúcar del último café
que nos tomamos.
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