Llueven hojas los árboles
cae el rocío gota a gota
por la mañana no todos
son personas.
Cruje el suelo debajo de unas piernas
a ritmo andante
las caladas calientan los pulmones
las mochilas hacen doblarse las espaldas.
Pienso haikus que se desintegran
a los segundos
pues mi memoria nunca fue tan mala
pero mi inconsciente
se los aprende y no los olvida.
Los rayos de sol tenues aparecen
a disipar el frío del ambiente
y el resto del mundo, como siempre
sin saber que algo tiene que pasar.
El Apocalipsis
del verdadero significado
de las palabras; el mundo estallará
cuando él quiera.